"Cuando esté arriba del avión, recién voy a decir que voy al Mundial", dice con humildad el "Ruso" desde Mónaco, sin tener en cuenta que fue fundamental en muchos partidos de las Eliminatorias. El volante está deseando que pasen rápido las cuatro fechas que restan en el torneo francés para viajar a Uruguay. En principio lo hará solo porque su hijo Santiago, que cursa primero de escuela, no puede perder tantos días de clases. La pequeña Paulina no tiene ese problema. De todos modos, en sus planes está llevar a toda la familia, incluso a sus padres, a Sudáfrica.
-¿Crece su expectativa a medida que se acerca el Mundial?
-Sí, pero al estar lejos, fuera del país, no se siente tanto. Pero en días ya no queda nada.
-¿En su equipo no se habla sobre el Mundial?
-Hasta hace dos días estábamos metidos en la final de la Copa de Francia. Hacía seis años que Mónaco no llegaba a una final y estábamos con la cabeza en eso. Como la perdimos quedamos un poco tristes, recién ahora se va a empezar a hablar más del Mundial.
-Son nuestros rivales en el grupo, ¿qué le dicen?
-Que Francia no está en su mejor momento y que nosotros tenemos posibilidades de pasar. Yo acá digo que la favorita, por más que no esté bien, es Francia. Y que nosotros vamos a dar batalla en un grupo cerrado.
-O sea que nos respetan.
-Con el partido frente a Suiza cambiaron el pensamiento que tenían sobre nosotros. Vieron que jugamos un buen partido y ahora creen que tenemos chances de pasar. Antes de ese partido, nos daban el peor del grupo. Cuando volví de ese partido el técnico de Mónaco me dijo que habíamos hecho una falta táctica porque era mejor que pensaran que estábamos muertos.
-Aunque les diga que Francia es favorita, ¿qué piensa interiormente?
-Sé que cada partido va a ser difícil para nosotros, pero también sé que somos una buena selección que en los momentos duros hizo buenos partidos. Y un Mundial son tres partidos. Por eso creo que hablar antes de ser favorito o de ganar, está de más. Va depender mucho cómo lleguen físicamente las selecciones y del primer partido que cambia todo.
-Es cierto, pero como usted está inmerso en el fútbol francés, debe tener otra óptica.
-He enfrentado a varios jugadores de la selección y son muy fuertes. Tienen muy buenas condiciones individuales, pero habría que ver si realmente pueden formar un buen equipo. Porque para mí con individualidades no se ganan los partidos.
-¿Influirán los escándalos que rodearon a los franceses?
-No, porque es más que nada una persona. Y esa persona es así. No le va a afectar porque esa es su manera de vivir, su vida es un poco loca. Son cosas extra fútbol y de repente va a querer demostrar en el Mundial todo lo contrario a lo que se está hablando.
-Lleva tres partidos sin jugar, ¿cómo está?
-Bien. Estoy recuperado de un problema que tuve en una cicatriz vieja en el isquiotibial. Estuve solo seis días sin entrenar normalmente. Pude haber jugado la final del otro día, pero no lo hice por un tema de riesgo. En una final uno pone el 110% y me podía pasar algo. El cuerpo técnico estuvo muy bien y me respetó lo del Mundial. Ahora, como perdimos la final, ya no tengo la cabeza en Mónaco aunque queden cuatro partidos. No sé si los voy a jugar todos. Gracias a Dios este fue el año en que jugué más, y no se pierde el ritmo en 15 días.
-¿Cuándo llega?
-El 16 o el 17, porque la última fecha se juega el 15. Ojalá me dejaran ir antes, pero hay tres compañeros que también van a jugar el Mundial y no creo que nos dejen ir antes a los cuatro. Yo quiero empezar a entrenar cuanto antes porque lo que se viene es muy grande.