Uruguay dejó una idea de cómo y con qué vuelve al Mundial tras una ausencia de 8 años



Habida cuenta de que el partido del 26 de mayo frente a Israel persigue más la finalidad de que la selección tenga una despedida popular, rodeada de "su" gente, con el familiar -pero legendario- marco del Centenario, como si se quisiera que los celestes viajen a Sudáfrica portando un mandato histórico para su debut mundialista del 11 de junio en Ciudad del Cabo, el amistoso del miércoles pasado frente a Suiza era sumamente importante.

Por más que faltaran un par de titulares y, como en el caso de Lodeiro -y "Nacho" González, que quedó al margen- hubiera algún jugador que carecía del rodaje necesario para dar pautas concretas de cuál puede ser su aporte en el corto plazo, resultaba claro que, tanto o más que ganar, como ganó, y también tanto como jugar en forma aceptable, como jugó, la selección tenía la impostergable obligación de dar señales claras.

No había otra, porque no está agendado otro ensayo como el del miércoles pasado; y la selección lo logró: dio un puñado de señales sobre la forma y el contenido de un equipo que tiene por delante la misión de poner a Uruguay en el escenario de un Mundial después de una ausencia de ocho años.



Suárez y Forlán tuvieron la eficacia esperada, al punto que convirtieron en jugadas donde su aporte en la definición de las mismas fue clave, determinante, porque no se puede decir que, en lo previo, ni el primero ni el segundo eran "goles cantados". Ahora, bien; ni eso, ni el correcto funcionamiento -dinámico, serio, aplicado- de ambos, parece haber sido casualidad o, al menos, estar descolgado de un detalle: como pocas veces a lo largo de las Eliminatorias, por más que Lodeiro no tuvo su explosión habitual a raíz de a falta de continuidad en el Ajax, esta vez los dos puntas celestes tuvieron atrás suyo a un enganche. Es quizás, una de las señales que dejó el partido del miércoles pasado: sí puede, porque tiene en forma a los jugadores adecuados, como Lodeiro y "Nacho" González, Uruguay va a jugar el Mundial con enganche.

Jugará un enlace; si "entran" dos, quizá sea ante Sudáfrica: Por lo visto, y según alguna prueba realizada previo al partido con Suiza, si están en su nivel, Tabárez en el Mundial va a poner de enganche a Lodeiro o al "Nacho", uno de dos; ahora, como el DT dijo que pueden jugar juntos, parecería que el partido más tentador para aplicar esa fórmula es en el de Uruguay frente Sudáfrica.



El "Loco" Abreu sabe aprovechar muy bien el tiempo: Cualquiera podría dudar si Abreu tiene la dinámica necesaria para jugar un Mundial, pero todo el mundo está convencido de la eficacia, la clase y hasta ese don que identifica a los goleadores como el minuano; contra un rival mundialista, en sólo 45`, sin renegar de su estilo, el "Loco" protagonizó dos situaciones de gol, en las que -con sendos cabezazos- ratificó su capacidad en el juego de alto y estuvo "entreverado" en la jugada del tanto de Cavani. Al goleador celeste durante el proceso de Tabárez no le caben interrogantes.



"Palito" así, es Pereira; Quedó demostrado en forma clara, con su muy buena gestión como mediocampista, que "Palito" Pereira es volante externo o carrilero, pero no lateral izquierdo en línea de cuatro, como jugó ante Colombia de local y Perú de visitante. En la función que cumplió frente a Suiza es el jugador que talla a alto nivel en el Porto, igual que antes lo hizo en el Cluj de Rumania; de lateral, en cambio, es una réplica del Regueiro "perdido" que Carrasco también colocó de marcador de punta zurdo en la noche de 2004 que Paraguay goleó a Uruguay por 4 a 1 en el estadio "Defensores del Chaco".

El dominio del espacio aéreo en las dos áreas: Si algún problemita o carencia se vio en Uruguay el miércoles pasado, fue en el juego de alto, lo que no parece tan preocupante, teniendo en cuenta que Tabárez no pudo contar con dos jugadores que van bien por arriba en las dos áreas, como son Diego Lugano y Martín Cáceres. Ese detalle, además y, si acaso, le da una chance más a Sebastián Eguren -si ahora en Suecia recupera el rodaje que tuvo antes en España-de integrar el plantel definitivo que el maestro Tabárez llevará al Mundial de Sudáfrica: aparte de su función específica en el mediocampo, suele gravitar en el juego de alto.

Los lados flacos de un cuadro muy respetable: En el marco de un funcionamiento serio, atildado, defensiva y ofensivamente compacto, quizá -con la excepción de "Palito" Pereira, que por ese mismo motivo se destacó en forma incuestionable- al equipo le faltó algo más de "expresividad" o protagonismo en los laterales: el "Mono" Pereira no defeccionó pero tampoco resaltó como en otras oportunidades y Fucile tuvo los clásicos inconvenientes de perfil, tanto para marcar como para desengancharse. Si crece en ese aspecto, Uruguay puede ser, sino un equipazo, un equipo más que respetable.

El esqueleto con la columna vertebral están a la vista:
Algo que quedó claro -por suerte, con resultado favorable, no sólo por el triunfo, sino también por el funcionamiento del equipo adentro de la cancha- es cual parece ser el esquema básico con el que Uruguay jugará en Sudáfrica: 4-3-1-2; y, en ese contexto, también quedó la sensación que, si Gargano anda prolijo en el manejo de la pelota, como el miércoles pasado, el "doble 5" lo harán Diego Pérez, con su desbordante capacidad de marca, y el volante del Nápoli, con su orden para reducir espacios y -si sigue "fino"-, su otrora criterioso aporte en la tarea del armado.

Un equipo a tono con la temperatura del Mundial: Por primera vez desde el 78 para acá, el Mundial se va a jugar en invierno. Sin los calores de España, México, Italia, EE.UU., Francia, Corea y Japón, y Alemania, donde hasta los europeos parecían jugar al tranco con respecto a lo que muestran de septiembre a mayo (otoño, invierno y primavera boreales) en sus torneos locales, en Sudáfrica el juego podrá ser más rápido; Tabárez lo sabe, quiere un equipo con ese ritmo y, por eso, más allá de algún problema físico, "Malaka" Martínez -con mucho traslado- entró y salió para dejarle lugar al veloz Sebastián Fernández.

Tabárez: "Nos planteamos cosas para el partido, que se intentaron y se consiguieron; un Mundial, por la poca experiencia que tengo en eso, hay que jugarlo así".