Este es un equipo en serio. Uruguay fue sólido en todas sus líneas, con una gran presión sobre la pelota



Tres goles anotados, más de una decena de situaciones de gol generadas, un dominio absoluto en la mitad del terreno y seguridad defensiva. ¿Qué más se puede pedir de un equipo? Siempre hay más para exigir, pero teniendo en cuenta que faltan sólo 98 días para que Uruguay debute en la Copa del Mundo ante Francia y que se jugó ante un equipo suizo que también estará en la máxima cita del fútbol luego de haber ganado su grupo eliminatorio en Europa, el balance es más que positivo.

Es cierto que los uruguayos estamos acostumbrados a esto, es decir, jugar los amistosos como si fueran finales mientras que los rivales lo toman como lo que son y luego, cuando llegan las que duelen, vienen los porrazos para La Celeste. Sin embargo, hasta esa imagen ha cambiado esta versión de la selección que dirige el maestro Oscar Tabárez. Ayer se jugó como se debía, no al 100% de las posibilidades, sin meter la pierna como si en cada pelota se fuera la vida (de hecho Uruguay no tuvo amarillas) pero sí con mucha actitud como para salir a dar vuelta el resultado luego de comenzar perdiendo.

Fue un ensayo como para que las piezas sigan engranadas y nada más. Por eso de repente se vio a Diego Forlán demasiado displicente en alguna jugada, o a Luis Suárez fallar un gol que con la camiseta del Ajax no erra en los primeros minutos, e incluso al "Ruso" Diego Pérez corriendo muchos metros de atrás al rival sin barrerse al piso con la urgente necesidad de robar la pelota.

Cuando se tuvo el balón se trató de manejarlo con criterio, no hubo pelotazos y ni siquiera definiciones apuradas.

Claro, quizás en algunos momentos se tomó el juego con demasiada ligereza. Por eso al equipo le faltó explosión en ofensiva. Nicolás Lodeiro, quizá por su escasa participación en Ajax, no tuvo ese vértigo que lo hizo imparable en Nacional e incluso con la Celeste ante Costa Rica en el repechaje. Tuvo mucha movilidad, sí, pero prefirió tocar en corto y rápido. Aún así, participó del gol de Forlán para el 1-1. Recibió la pelota de Suárez, abrió juego para trepada de "Palito" Pereira y el centro de éste fue conectado por el Bota de Oro europeo.




Igualmente, se extrañó esa explosión de Lodeiro, aunque no deja de ser una señal positiva, pues si jugando a bajo ritmo Uruguay generó tantas situaciones de gol, todavía se puede esperar mucho más de esta ofensiva celeste con tanta oferta de gol, porque anotaron Forlán, Suárez y Cavani, pero también pudieron hacerlo Abreu y "Malaka" Martínez. A veces Uruguay parece un equipo lento, pero cuando se verticaliza tiene un poder goleador de temer.

Con una defensa sobria, firme, basada en un arquero que transmite seguridad y confianza, y una zaga dominante en el juego aéreo, el gol rival llegó de un penal innecesario de Scotti. Sin embargo, la clave estuvo en la mitad del terreno, donde Uruguay ejerció una muy buena presión sobre la pelota, bloqueó a Suiza lejos del área y así impuso el ritmo del partido, llevándolo al que más le convenía.

La Celeste fue sólida y a 98 días del Mundial vale mucho.

MEDIO:
Impuso ritmo; Ese sector fue clave en Uruguay. Los volantes tiraron una gran presión sobre el balón y robaron muchos. Hubo buena circulación de la pelota y manejo del ritmo. Cuando fue necesario ser vertical, se fue; cuando hubo que ir para atrás para empezar de nuevo, se hizo. No hubo pelotazos.

DEFENSA: Seguridad; La retaguardia se mostró muy firme, con la zaga anticipando en el juego aéreo, no dejando dar vueltas a los delanteros rivales ni recibir para pivotear y con un arquero como Muslera muy seguro a la hora de salir a cortar centros. Hubo alguna distracción normal. ¿En el debe? Escaso aporte ofensivo de los laterales.

ATAQUE.
Un arma letal: La Celeste convirtió tres goles, todos de delanteros, y generó no menos de 10 situaciones claras de gol. Uruguay demostró que tiene varias opciones para llegar a anotar. Por momentos parece un equipo lento, sin sorpresa, pero cuando mete el cambio de ritmo de tres cuartos de cancha hacia adelante se transforma en un conjunto muy peligroso.



Los celestes Uno x Uno

Muslera. Bien. Resolvió de buena manera el trabajo que le llegó. Muy seguro por arriba.

M. Pereira. Cerró su lateral pero no pesó en la faz ofensiva.

A. Scotti. Cometió una falta infantil en el área. Antes y después, actuó sin problemas.

D. Godín. Seguro, firme, ganó en el juego por alto.

J. Fucile. Le costó pararse, después se afianzó. Otro que no tuvo llegada en el ataque.

`Palito` se lució junto con los goleadores

D. Pérez. La entrega habitual con la lucha de siempre.

W. Gargano. Tuvo poco despliegue, manejó la pelota.

A. Pereira. El mejor. Fue salida clara del equipo por el andarivel zurdo y quien generó pases de gol a los delanteros.

N. Lodeiro. Su talento apareció en cuentagotas. Armó paredes y ambientó jugadas. Bien.

D. Forlán. Lagunero, como en casi toda la Eliminatoria, pero contundente en el área. Pesa.

L. Suárez. Hizo un golazo y erró dos más. Pero siempre aparece cuando se le necesita.

J. Martínez. Jugó poco y se fue algo sentido.

S. Abreu. Participativo. Tuvo dos cabezazos de gol.

E. Cavani. Fue a todas y logró su objetivo: el tercer gol.

E. Arévalo Ríos. Entró poco en juego.

S. Fernández. El centro del tercer gol. Hábil, veloz.