EL GOBIERNO Y LA AUF DEBEN REACCIONAR ANTE FIFA - Uruguay cabeza de serie en Sudáfrica 2010






Escribe Atilio Garrido

El fútbol del mundo le debe a los países del Río de la Plata nada menos que su desarrollo y su impulso para transformar lo que era un deporte de elite, en un espectáculo popular por excelencia. La historia es clara y contundente. La FIFA nació en 1904 con el objetivo de organizar una Copa del Mundo. Tan es así que en su Estatuto inicial ya figura un proyecto de competencia. La espalda total que Inglaterra le dio a la FIFA, originó que el organismo creado se mantuviera apenas en estado diletante. Con un fútbol profesional poderoso, único en el mundo donde el dinero ya era el rey, las demás naciones europeas que fundaron la FIFA, bajaron la guardia.

Por moción de Jules Rimet, entonces delegado de Francia, en el Congreso de Cristiania (actual Oslo) en 1914, se resolvió que mientras la FIFA no pudiera organizar su Campeonato del Mundo Amateur, se reconocería como tal el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos, siempre y cuando éste se disputara bajo las condiciones de amateurismo de la FIFA. Vino la primera guerra mundial. El fútbol y la FIFA desparecieron del mapa de Europa.

EN EL RIO DE LA PLATA

Entre tanto, en nuestros entonces pujantes y crecientes países del Río de la Plata, que recibían corrientes de inmigrantes de toda Europa en forma de manadas, se creó la Confederación Sudamericana de Fútbol y en 1916 se jugó el Campeonato Sudamericano en Buenos Aires. Fue el primer Campeonato de fútbol disputado entre países. Fue tanto el éxito que, mientras los europeos se mataban en la guerra, en la parte sur de nuestro continente, se celebraron los torneos siguientes de 1917 (Montevideo), 1919 (Río de Janeiro) y 1920 (Santiago). De esos cuatro torneos, Uruguay ganó tres y Brasil uno, de local.

En 1921 la FIFA volvió a funcionar ahora con la presidencia del francés Jules Rimet. Un gran hombre, mejor deportista, estaba obsesionado con poder organizar la Copa del Mundo para cumplir con los Estatutos. Pero superar la indiferencia inglesa era casi imposible… Aquí los sudamericanos seguíamos jugando los Sudamericanos. En 1921 (Buenos Aires), 1922 (Río de Janeiro) y 1923 (Montevideo).

El tesón de Rimet, paulatinamente fue cercando a los británicos. Al llegar el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de París, donde estaba la sede de la FIFA, logró cosas trascendentes. Que el certamen lo organizara la FIFA; que se jugara con anterioridad a los Juegos Olímpicos (el fútbol terminó casi un mes antes que se iniciaran los Juegos) y que Inglaterra respetara, si quería participar, las condiciones de amateurismo para lo cual tenía que enviar un equipo sin profesionales. Inglaterra no aceptó y se excluyó del torneo que ganó Uruguay, sorprendiendo a todos, consagrándose Campeón Mundial Amateur.

URUGUAY Y ARGENTINA DE LA MANO

Mientras en Europa la FIFA tenía muy pocas cosas que hacer y sólo se mantenía por el esfuerzo de algunos dirigentes liderados por Rimet, como una especie de "club de amigos", aquí la CSF multiplicaba su actividad. Se jugaron los Sudamericanos de 1924 (Montevideo), 1925 (Buenos Aires), 1926 (Santiago), 1927 (Lima) y 1929 (Buenos Aires).

En 1928 el fútbol del Río de la Plata demostró en Ámsterdam que era el mejor del mundo. Rimet al mando de la FIFA volvió a organizar el torneo, volvió a celebrarse con anterioridad al comienzo de los Juegos y volvió a imponer a los ingleses la exigencia de amateurismo. Después de dos finales, la primera con alargue, Uruguay se coronó Campeón del Mundo Amateur por segunda vez.

Fruto de una amistad nacida en 1923 entre Rimet y el representante de Uruguay que en ese año logró la afiliación de la AUF a la FIFA, Dr. Enrique Buero, surgió la propuesta de Uruguay como país, aprobada por el gobierno, para hacer realidad el objetivo que dio nacimiento a la FIFA: continuar con la disputa del Campeonato Mundial Amateur, pero como algo propio de FIFA y totalmente separado de los Juegos Olímpicos.

1930 MONTEVIDEO

Rimet se entusiasmó frenéticamente e impulsó la idea. En el Congreso de Barcelona en 1929, a propuesta de Argentina, se concedió la organización del torneo a Uruguay por sus exitosos antecedentes. Italia y España se resistieron y pese a las grandes corrientes migratorias de esos países que vivían en nuestras costas, no mandaron sus equipos al tercer Campeonato Mundial Amateur.

Una vez más los rioplatenses demostraron que aquí se jugaba el mejor fútbol del mundo. En gran final Uruguay ganó 4:2 y se adjudicó el certamen. La continuidad en el equipo celeste de Nasazzi, Leandro Andrade, Héctor Scarone, Arispe, Gestido, Saldombide, Pedro Cea, Héctor Castro y otros, avala lo que la FIFA actual pretende desconocer. El torneo de Montevideo fue continuidad de los anteriores y como los de 1924 y 1928, también fue Campeonato Mundial Amateur.

A partir de ese momento y gracias a la Argentina y el Uruguay, se puso en marcha regularmente la Copa del Mundo, transformándose en lo que es hoy en día: el mayor negocio de todos los espectáculos deportivos.

LAS CABEZAS DE SERIE DE SUDAFRICA

¿A qué viene todo esto? Resulta que la FIFA en Ciudad del Cabo, acaba de "digitar" el sorteo que realizará el viernes. Nombró cabezas de serie a Brasil, España, Holanda, Italia, Alemania, Argentina, Inglaterra y el país organizador. Informó que utilizó para ello la clasificación de la FIFA a octubre de 2009. El tema no queda muy claro porque Portugal y Francia estaban por encima de Alemania, Argentina e Inglaterra. Es decir que, con una engañifa, pretendieron justificar lo injustificable.

Supongamos que demos por válida la teoría que esgrime la FIFA. No entendemos, entonces, por qué no se siguió idéntico criterio para la composición de las otras copas de donde se extraerán los equipos para formar los grupos.

Resulta que en la Copa 2 estarán Australia, Japón, RDP Corea, República de Corea, Honduras, México, EEUU y Nueva Zelandia. En la Copa 3 van Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Chile, Paraguay y Uruguay. En la Copa 4 se colocaron Dinamarca, Francia, Grecia, Portugal, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia y Suiza.

Una cosa queda totalmente clara. Funcionó el "dedómetro" en la búsqueda de dos objetivos. Primero y primordial, favorecer a los países más potentes en la actualidad a nivel de fútbol y de mercado. Segundo y secundario, buscar que los otros países queden repartidos de manera de evitar enfrentamientos regionales en la primera etapa.

Es decir que, una vez más, se dejó de lado cualquier otro elemento valedero para conformar, con algún criterio lógico, las cabezas de serie y luego, sortear de un solo bolillero y por su orden, los integrantes de cada grupo, caiga quien caiga.

EL DERECHO LEGÍTIMO DE URUGUAY

Todo lo que antecede nos lleva a plantear algo que es tan justo como merecido. Las cabezas de serie, además del país organizador, tienen que ser aquellos países que lograron su clasificación y que obtuvieron el título de Campeones del Mundo. No puede haber otra solución. La Copa del Mundo es organizada por la FIFA desde 1924, razón por la cuál los países que la conquistaron y clasificaron para esta edición –en esta ocasión están todos los países que ganaron alguna vez el torneo—debieron ser distinguidos como cabezas de serie. ¿Con qué argumento se le quita ese derecho a Francia que, además, en la clasificación de la FIFA está en séptimo lugar? ¿Con que justificación no se incluye a Uruguay como cabeza de serie que hoy ocupa el lugar 19 en esa lista de FIFA confeccionada también a dedo? ¿Por qué España y Holanda que nunca le ganaron a nadie, aparecen privilegiados?

Por tal motivo aguardamos, esperamos y lo deseamos de todo corazón, que el joven Presidente de la AUF, Dr. Sebastián Bauzá, haga escuchar su voz en el Congreso, rechazando lo actuado por la FIFA y explicando las razones históricas y justas, que avalan una posición de Uruguay en este sentido. Y no vengan a decir que los títulos de Uruguay son del pasado, que somos un país pequeño, que esto y aquello. ¡Somos un gran país que mucho ha hecho y realizado por el fútbol del mundo! Por lo tanto se nos debe reconocer lo realizado por las anteriores generaciones de jugadores y dirigentes.

Es más, creemos que también este es un tema que debería encararse a nivel del Ministerio de Turismo y Deporte. Hacer oír nuestra voz y dejar sentada, claramente, nuestra posición.

Aunque más no sea, por un derecho legítimo al pataleo, frente a un nuevo avasallamiento que se comete contra nuestro país, su fútbol y su pasado. Ampliaremos en notas sucesivas.