"Esperé cuatro años por esto" , declaró Diego "La Tota" Lugano




Karina, su esposa desde hace nueve años, se transformó en uno de sus pilares. Es la contención cuando las cosas no salen y Diego vuelve destrozado a casa. Como pasó en el 2005 después de perder por penales con Australia la clasificación al Mundial de Alemania. "Fue duro... muy duro. Cuando empatamos con Costa Rica, respiré hondo y miré al cielo. Había esperado cuatro años y dos días ese momento. Fue un sueño hecho realidad. Fue una revancha personal, fue un logro para todos, fue la felicidad para el pueblo", confiesa el capitán celeste desde Turquía.

Se escucha la risa de Nicolás (9), los juegos de Thiago (3) y los llantos de Bianca (11 meses) la mimada de la familia Lugano-Roncio. La vida le sonríe y más después de haber llevado a Uruguay al Mundial.

"Fue lo más grande que me pasó. Poder festejar la clasificación con la gente, con los hinchas, fue algo inolvidable. Ellos tuvieron una participación tremenda en este logro. La entrega, la devoción por la camiseta, el trabajo, todo fue pensando en la gente", dijo.
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Es que como capitán, abraza la bandera como ninguno y explica que se buscó cambiar la imagen de la selección. "Este grupo quiso marcar un camino y lo logró. Ni cuando las cosas no se dieron se perdió la ilusión ni la pasión. Se asumió la derrota ante Perú con mucha autocrítica. Ahora disfrutamos el sabor dulce de la victoria con la misma madurez, sobre todo por el deber cumplido", indicó.

El proceso fue largo y duro, confiesa. También que le quitó horas de sueño pero dice que todo valió la pena. Y que lo volvería a hacer. Todo sea por la celeste, claro. Pero a la hora del balance, mete a todos dentro de la bolsa del triunfo. "La clasificación fue un mérito de todos. De los dirigentes, del cuerpo técnico, de Tenfield y de los jugadores. Nunca hubo una preparación así. Jugamos muchos partidos de preparación y recorrimos el mundo pese a la presión de algunos clubes. Jugamos en Japón, Australia, Corea, Libia y nadie se quejó pese al desgaste que esos viajes implican. Nos merecíamos estar en el Mundial. Peleamos por la clasificación con todo y pese a todo. Porque hubo momentos críticos, donde nos cayeron con el código, pero nos fortalecimos, nos encerramos, nos agrupamos y sólo nos mentalizamos en lograr el objetivo. Contras va a haber siempre", tiró.

Diciembre. Sigue peleando con el Fenerbahce el campeonato turco y disfruta del logro mundialista. Está ansioso. Quiere saber quiénes serán los rivales de Uruguay en Sudáfrica 2010. "Pahhh... me encantaría estar ahí el día del sorteo. Debe ser emocionante ver cuando sacan la bolilla con el nombre de Uruguay, ver la bandera flameando entre las 32.... Me imagino en Navidad y fin de año brindando con la familia y los amigos por el mundial... va a ser un momento único, diferente. La alegría de los amigos, de la familia, de la gente que se fue feliz del Centenario, eso es impagable. No hay nada que se pueda comparar. ¡Pensar que uno pateando la pelota puede hacer feliz a tanta gente!. Eso es lo que lo ilusiona y motiva a uno para seguir adelante", dice el capitán. Después agrega: "hay que mantener el equilibrio, la calma, como lo hicimos hasta ahora. No podemos echar las campanas al vuelo. Habrá que ver qué nos depara el destino, pero no podemos perder de vista que en el Mundial van a estar los mejores. Hay que jugarlo con todo, hay que disfrutarlo, vivirlo de otra manera".

A Lugano no le preocupan los rivales. Al contrario. "Para jugar un mundial tenés que estar preparado para enfrentar a quien sea. Ahora llegó la hora de la verdad y hay que jugarlo. No importa el grupo ni los adversarios. Van a estar todos, los más grandes. Brasil, Argentina, Inglaterra, Alemania, Francia, España, Holanda... yo que sé... hay que jugar con el que toque. Eso ya lo hablamos con los muchachos. Nos propusimos disfrutar de la celeste y no sufrirla. Lo hicimos en la Eliminatoria y lo vamos hacer en el Mundial. Sabemos que podemos rendir más y creo que lo vamos a lograr", confiesa.

Tampoco se puso a pensar a quiénes tendrá que marcar. Es que la lista sería demasiado larga. Y muchas van a ser las figuras. "Y... van a estar todos los monstruos, los mejores del mundo. ¡Va a ser bravo!", resalta y se ríe. Sabe que habrá delanteros para todos los gustos. Pero él tiene sus armas. "Ya me tocó jugar en Brasil contra los mejores delanteros del mundo. Y mal no me fue", dice confiado. "Pero nosotros tenemos lo nuestro. Uruguay logró conformar un equipo competitivo, con buenas figuras. Tenemos mucha ilusión de estar, de jugarlo y hay que prepararse para jugarle de igual a igual al cualquiera. Los rivales también van a pensar en Uruguay. No hay que tirarse a menos, nosotros también tenemos lo nuestro", recalcó.

Cuatro años. Cuarenta y ocho meses y dos días. Lo tiene marcado en el almanaque. De aquel triste noviembre de 2005 a este noviembre feliz de 2009. Fueron años de sufrimiento. Fueron horas, días y meses esperando una revancha. Al final, se le dio. "El golpe con Australia fue tremendo. Me costó mucho superarlo, fue un bajón bárbaro. Y cuando llegó el Mundial no quería ni mirar los partidos. Ahora todo es diferente. Es otra cosa, parece mentira pero es así. Gracias a Dios se dio y hoy Uruguay va a poder jugar el Mundial".

Recuerda los festejos y la alegría "del pueblo". No se le borra el recibimiento que tuvo en Turquía, cuando regresó al Fenerbahce. "Fue increíble. Mis compañeros pararon la práctica para abrazarme y saludarme. Eran todos hinchas de Uruguay. Y ni te digo la cantidad de mails que recibí desde Sao Paulo... muchos brasileños también disfrutaron con nuestra clasificación. Ellos saben lo que nos jugábamos y lo que sufríamos por llevar a la selección al Mundial. Es lindo saber que hay tanta gente involucrada en este proceso. Hoy apoyo la cabeza en la almohada y duermo tranquilo".

31. Partidos jugó Diego Lugano en este segundo ciclo de Tabárez en la Selección. Siempre lució el brazalete de capitán en Uruguay.
`Tano` Gutiérrez, De León y Paolo, sus antecesores

UN REFERENTE.

Lugano es el heredero de una dinastía de grandes capitanes. Tiene personalidad, temple y clase.

4 Clubes a nivel profesional defendió Diego Lugano hasta el momento: Nacional, Plaza Colonia, Sao Paulo y Fenerbahce de Turquía. Futbolísticamente, nació en el Libertad de Canelones.

Francescoli ya lo pidió para River argentino

Al "millonario". Enzo Francescoli lo confió en Fox Sports. "Al primero que pedí fue a Lugano", dijo pensando en River.