"No terminó nada ni con el Mundial ni con la Copa" Óscar Washington Tabárez




A punto de comenzar las Eliminatorias para el Mundial 2014, Óscar Washington Tabárez repasó lo conseguido y lo que está por venir. Temprano, en un renovado Complejo, el maestro compartió con Ovación una charla amable y distendida. Primero, con el babero puesto, habló de sus dos nietos, y luego le hincó el diente a la celeste. Dijo que trabaja para conseguir buenos resultados, pero que si vienen los malos, el proceso garantiza determinadas cosas.

SILVIA PÉREZ ( Ovacion )

- A punto de comenzar una nueva Eliminatoria, ¿qué diferencias hay respecto al inicio de la anterior?

-La diferencia está en el camino recorrido. En el conocimiento mutuo de todos los integrantes del grupo. Hoy la llegada de nuevos jugadores se facilita mucho porque rápidamente se integran. Empezamos la Eliminatoria pasada después de aquella Co-pa América del 2007 donde no pasamos de semifinales y hubo algunas cosas que generaron ciertos desasosiegos y revuelos. Hoy estamos en un ambiente mucho más tranquilo y estable.

-¿Hay otro respaldo?

-No tanto por el respaldo sino que hay una sensación de que todos estamos trabajando para el mismo lado. Muchas cosas que en aquel momento pedíamos y quizás porque teníamos poco tiempo de rodaje no se concedían, ahora hasta vienen como iniciativa de la AUF.

-¿Cómo cuáles?

-Por ejemplo hoy todo el Complejo está iluminado. Hoy hay conciencia de que lo que el fútbol necesita es un proceso dirigido a la formación de futbolistas con determinado perfil preestablecido que permita su posible acceso a la selección mayor. Y eso se hace acá. Esta es la casa de la selección. El Complejo antes era blanco de críticas y ahora es nuestra casa y nos sentimos muy bien acá.

-Y usted, ¿cómo se siente respecto a aquel comienzo de hace cuatro años?

-El camino hecho hace que tenga un grupo de futbolistas en el que me miro permanentemente. Trato de que las cosas estén bien y no solo para ganar partidos, sino porque estamos convencidos que este grupo marca cierta imagen que es bueno que se miren en ella otros jugadores más jóvenes. Además, me siento muy respetado y muy seguido por estos futbolistas. Como entrenador me siento satisfecho. Eso es lo que uno quiere, tener un grupo de futbolistas, hacer una tarea común, respetarlos mucho y sentirse respetado también.

-¿Cree que si no hubiera estado acompañado de buenos resultados el proceso de selecciones hubiera seguido adelante?

-Siempre hacemos el ejercicio de lo que pudo haber sido. Los resultados podían haber sido otros. Es muy cruel, fíjese lo que pasa ahora con alguna institución. No es solo pensar que los resultados ayudan para conseguir otras cosas. Nosotros hicimos todo este proceso sin saber cuáles serían los resultados. Y tengo guardadas todas las declaraciones previas al Mundial y a la Copa América, y en todas dijimos que no sabíamos si lo íbamos a conseguir. Ahora vamos a jugar contra Bolivia y podemos ganar, empatar o perder. Vamos a prepararnos mucho. Vamos a tener tres días para prepararnos con todo. Yo quiero ganarle a Bolivia y quiero ir al Mundial 2014, pero no sé si lo voy a conseguir. Eso es así.

-¿Estaríamos acá hablando si no se hubiera conseguido el cuarto puesto en el Mundial y la Copa América?

-De repente no la hubieran mandado a hacer la nota.

-¿Y usted estaría acá?

-No sé, pero Del Bosque capaz que tampoco estaría en España ni Guardiola en Barcelona. No me quedo mucho en esas cosas. Hay una distancia muy chiquita entre ganar y perder. No creo en la suerte ni cuando me viene mal ni cuando me viene bien. Porque no la puedo controlar. Ni me considero feliz ni un hombre de suerte. Allá los medios que endiosan al que sale primero y ponen en un rinconcito al segundo. Yo no lo veo así. Para mí Holanda tuvo tanto mérito co-mo España en esa final. Lo importante no es considerar solo que estamos haciendo esto porque ganamos, porque no terminó nada ni con el Mundial ni con la Copa América. Esto sigue.

-¿Pero seguiría si no se hubieran conseguido los buenos resultados?

-No lo sé, quizás no, pero no lo daría como una cosa definitiva. Tengo la esperanza que la cultura futbolística del país vaya cambiando. Los jóvenes salieron a festejar cuando le ganamos a Sudáfrica, quiere decir que nos les importaba que se perdiera el partido siguiente. Y eso es un cambio. Obviamente, los jóvenes aficionados no son los que van a determinar si sigue o no sigue un entrenador. O si sigue un proceso. Generalmente se le renueva un contrato a un entrenador cuando gana. Porque se trabaja para eso. Pueden venir los malos resultados, pero el proceso garantiza determinadas cosas.

-Hablaba de los jóvenes, ¿es consciente que hoy los uruguayos de toda edad se pintan la cara y salen a la calle a saltar, algo que para nuestra manera de ser, era impensado?

-Creo que pasa porque el mundo es cada vez más aldea global. Y cosas que se hacen en otros lados, sobre todo en los mundiales, se copian. Pero es muy cierto que se dio un vuelco desde ser tímido o tener miedo al ridículo a la exposición. Y creo que es bueno, porque el fútbol es lo único que cuando se dan resultados positivos nos hace sentir a todos unidos. He sabido de casos, como el de una mujer de 80 y pico de años que vive sola y cuando Uruguay salió campeón de América salió a la calle a abrazarse con gente que no conoce. Eso solo lo da el fútbol y en un lugar de tanta cultura futbolística.

-¿Cree que la Eliminatoria será diferente después de lo que se consiguió?

-Para algunos rivales puede ser diferente. Para Bolivia, por ejemplo, puede ser mucho más motivante venir acá y sacar puntos que en otro momento. Pero eso está en la mente de los entrenadores y futbolistas de esos equipos. A nosotros no nos da ninguna garantía de clasificar porque hayamos ganado la Copa América. La Eliminatoria es una competición muy difícil y nosotros y los argentinos somos los que más sufrimos las circunstancias climáticas y la geografía de Sudamérica. Es una de las Eliminatorias más difíciles por eso y por la duración que tiene. Vamos a tratar de no alejarnos mentalmente de todo lo que conseguimos y de ir a jugar los partidos como siempre. Intentando limitar al rival, de no dejarlo jugar y de generarle problemas en ataque. Tenemos jugadores que le dan contundencia al equipo. Uruguay es un equipo que ha hecho goles y es porque tiene una cantidad importante de buenos delanteros. Demostramos, y no solo en el Mundial, sino cuando enfrentamos otra vez a Alemania y a Holanda en fecha FIFA, que les podemos hacer partido. Y en Sudamérica hay muy buenos equipos, pero no creo que sean demasiado superiores a Alemania y Holanda. Pero todos los partidos van a ser parejos.

-¿También el del debut frente a Bolivia?

-Sí, porque aun Bolivia que es uno de los que tiene más dificultades, que hace muchos partidos que no gana en su preparación, lo vi contra Argentina en el debut de la Copa América o ahora en el último amistoso frente a Perú y tiene cosas muy buenas. Aun el supuestamente mejor contra el supuesto más débil va a ser parejo.

-¿Qué Uruguay espera? ¿El mismo de la Copa América o uno aun mejor?

-Depende, tanto para la Copa América como para el Mundial tuvimos un tiempo de preparación que ahora no tenemos. Dependemos de la forma en que lleguen los futbolistas y de si llegan algunos. Pero tengo confianza en el plantel de jugadores, nos pone a cubierto de los problemas que pueda haber. Jugamos la semifinal del Mundial y nos faltaron Lugano, Suárez y Fucile. Haciendo el ejercicio anterior, ¿qué podía haber pasado si hubieran estado? Pero jugaron otros e hicimos un partido parejo.

-El proceso de recambio de jugadores ha comenzado, ¿ya ha pensado cuando no estén Lugano y Abreu?

-También va a haber un momento en que Tabárez no esté. Todo pasa. No solo el fútbol tiene ese tinte dramático, lo tiene la vida misma. Y muchas veces esos viajes se terminan cuando uno se siente más pleno. Cuando un futbolista se siente mejor es cuando tiene 30 o 32 años. Pero no veo signos evidentes de que eso esté cerca.

-¿Qué fue más importante ganar la Copa América o el cuarto puesto en el Mundial?

-Las dos cosas. La Copa América dio un título. Es consagrarse y, además, ganar la decimoquinta copa para Uruguay tuvo connotaciones históricas. Pero lo del Mundial tiene una dimensión superior. Sobre todo para el prestigio que pudo conseguir la selección en el mundo. Se ve en el lugar histórico que hoy ocupa en el ranking de FIFA por primera vez. Y hoy nos piden entrevistas de muchos lugares lejanos en el mundo. Comparto que los buenos resultados respaldan lo que se hizo, y que se repara mucho en el proceso porque hubo resultados, pero todo ese reconocimiento tiene que generar en nosotros mayor responsabilidad.