Un poco más de audacia. La selección puede hacer un gran Mundial si en el medio apuesta al fútbol




Más fútbol, más audacia. Una Celeste que apueste más a la generación de juego y mayores oportunidades para sus delanteros.

Más fútbol, más audacia. Lo piden los hinchas y los aficionados de varias generaciones que nunca tuvieron la suerte de ver a la Celeste ser protagonista de verdad en un Mundial. Y también lo desean, no puede obviarse que es así, hasta quienes consideramos que el ciclo del maestro Óscar Tabárez ha contribuido para terminar con muchos males de la selección.

La selección puede hacer un gran Mundial, la cuestión es que se lo proponga. Que se organice el equipo en pos de conseguir un mayor volumen de juego que permita ser "insolente" contra las defensas rivales.

No se trata de abdicar en un concepto casi básico del fútbol uruguayo, ese que establece que hay que dar más que nadie a la hora del coraje, y ni siquiera de filosofar sobre teorías y estrategias de fútbol, sino de evaluar que lo que más necesita el equipo es asistir mejor a sus dos delanteros.

Y en el propio proceso que lidera el actual conductor hay ejemplos notorios de que la unión de los talentosos contribuye fehacientemente para que la Celeste maneje el trámite del partido y acumule jugadas de ataque.

Quizás hay que ir muy atrás, porque la mejor imagen apareció el 21 de noviembre de 2007 en el Morumbí, pero no por ello puede ser enterrada en el pasado.

Aquella noche Uruguay juntó a los dos mejores jugadores del momento para armar juego -Ignacio González y Cristian Rodríguez- y colocó en el mediocampo a otro futbolista de buen pie -Álvaro González- para pelearle con eficacia el dominio de la pelota a los mejores del mundo en esa materia.

Es cierto que el partido lo ganó Brasil, pero fue por la flojedad de la respuesta del arquero Carini y por la poca efectividad que se tuvo en definición.

Tomando como referencia aquella idea, aquel estilo y aceptando que en el Mundial es más fácil abandonar las posturas conservadoras, Uruguay hasta tiene posibilidades de utilizar de mejor manera la capacidad de sus zagueros.

Sistema que, por cierto, también ya fue puesto en práctica con éxito cuando hubo que controlar a Paraguay en el Centenario. Porque una línea de tres con Godín, Lugano y Cáceres (o Mauricio Victorino) puede ser más productiva que una línea de cuatro con un lateral izquierdo inventado.

Claro que todo pasa por la audacia. Por el camino que se escoja para encarar el Mundial. Por lo menos la última lista elaborada por Tabárez demuestra que está la intención de comprobar si el "Nacho" puede convertirse en el socio de Lodeiro para tener un mediocampo más fructífero en el manejo de la pelota.



Las cifras

21 PARTIDOS disputó Ignacio González con la celeste. Debutó con Carrasco en 2003.

69 FUTBOLISTAS ha utilizado Tabárez en su segundo ciclo, 10 de ellos en una única oportunidad.

50 ENCUENTROS lleva dirigidos el maestro en este ciclo, de los cuales ganó 24, igualó 15 y perdió 11.

79 GOLES Convirtió la selección del maestro, un saldo favorable pues sólo recibió 50.

El fondo: Tres zagueros

Tabárez se vio obligado a improvisar un lateral izquierdo porque no apareció todavía un jugador con nivel de selección para ese lugar. Quizás no sea mala idea aprovechar que la Celeste tiene muy buenos zagueros para armar una línea de tres: Godín, Lugano, Cáceres o Victorino.
El medio

La sociedad: Reunir jugadores de buen pie es la clave para el mediocampo. La mejor producción de la Celeste en ese sentido se vio contra Brasil en el Morumbí. No está mal utilizar incluso al "Ruso" Pérez como único volante fijo de contención y encontrar un socio para Lodeiro.

Ataque, Más ayuda: Una dupla goleadora como la que integran Luis Suárez y Diego Forlán solamente precisa mayor asistencia para que su efectividad sea tan grande como la que tienen por separado cuando compiten en las canchas de Europa. Lodeiro demostró ser un buen socio, pero falta otro.