Juan Castillo no iba a estar entre los titulares el viernes, pero la baja se sufrió desde el mismo momento en que comenzaron a escucharse los gritos del arquero, tendido sobre el césped de la cancha 1 del Complejo Celeste.
El arquero del Querétaro de México terminó el segundo día de entrenamiento de la selección con un yeso en su pierna izquierda debido a una fractura de peroné que le demandará una recuperación de entre seis y ocho semanas, según lo informado por la AUF.
Por eso, ayer pasado el mediodía, Rodrigo Muñoz ya estaba armando el bolso en Asunción para sumarse hoy a los trabajos de la Celeste, de cara a los partidos ante Argentina y Bolivia, en los que será el tercer arquero detrás de Fernando Muslera y Martín Silva. Muñoz integraba la lista de 30 jugadores reservados por Óscar Tabárez.
"Mentalidad positiva en recuperarse bien", twitteó Castillo una vez atendido en la Médica Uruguaya. Ya habían pasado unas cuatro horas desde que salió a cortar un avance de Abel Hernández por derecha y terminó a los gritos. Ni se movió. Sólo levantó la mano pidiendo asistencia y gritó. Mucho. Todos los compañeros rápidamente se arrimaron para atenderlo y, sobre todo, consolarlo. Movimiento de carritos, camillas y hasta ambulancia; sin embargo salió de la cancha por sus propios medios, aunque apoyado en dos laderos, claro.
Primero, tanto la sanidad como el cuerpo técnico estimó que se trataba de un esguince y la preocupación bajó por la forma en la que se fue de la cancha. Luego, se confirmó la entidad de la lesión, más acorde a los quejidos de Castillo.
Así, Uruguay sufrió la tercera baja en poco más de una semana. Primero fue el "Ruso" Pérez el descartado -ni siquiera llegó a ser convocado- por una lesión muscular sufrida jugando para Bologna, en Italia. Después, el mismo viernes en que se confirmó la lista de convocados, se bajó de la misma Gastón Ramírez por otra lesión muscular, sufrida en un entrenamiento de Southampton y que lo mantendrá unas seis semanas afuera de las canchas inglesas.
Castillo no iba a ser titular, es cierto. Pero se suma a la "mala pata" de esta preparación de una doble fecha que puede marcar no sólo el ánimo de la selección en el camino rumbo a Brasil 2014.